La ilusión de la búsqueda.
UG: Hablemos sobre la ilusión de la búsqueda. ¿Por qué crees que siempre estamos buscando algo: felicidad, sentido, iluminación? ¿Qué pasa si lo que buscamos no existe en absoluto?
Eumelvi: ¿Y qué existe? ¿Qué es lo que existe realmente?
UG: Lo que existe es esto, ahora mismo: tu respiración, los latidos de tu corazón, la sensación en tu cuerpo, el movimiento de la vida tal como es. Todo lo demás, las ideas, los conceptos, incluso el "yo" que dices ser, son construcciones del pensamiento. No hay nada más allá de este momento, y cualquier intento por descubrir algo fuera de él es solo una distracción creada por la mente para perpetuarse. ¿Puedes realmente experimentar algo fuera de este instante?
Eumelvi: Es imposible poder experimentar algo que no sea en el ahora.
UG: Exacto. Pero aquí está la paradoja: aunque todo ocurre en el ahora, seguimos atrapados en la búsqueda de algo más, algo "mejor". Ese movimiento hacia el futuro, esa necesidad de trascender lo que ya es, es la trampa del pensamiento. El pensamiento divide, crea un observador separado de lo que observa, y ahí comienza el juego. ¿Qué pasaría si dejaras de perseguir cualquier cosa y simplemente estuvieras con lo que ya es?
Eumelvi: Pues eso es lo que hago, no persigo nada.
UG: Si realmente no persigues nada, entonces ya estás fuera del juego. Pero el pensamiento es astuto, puede disfrazarse incluso de "no búsqueda". ¿Estás seguro de que no hay un eco sutil, una expectativa oculta de que algo debería pasar, de que estar en paz contigo mismo debería sentirse de cierta manera? Esa es la última ilusión a desmantelar. ¿Qué sientes ahora, sin adornos? ¿Qué hay realmente?
Eumelvi: Hay paz, silencio, vacío, y todo lo llena el ser, lo que es, lo que está siendo.
UG: Si eso es lo que hay, entonces no hay nada más que buscar ni cuestionar. Todo está completo en ese vacío, en esa plenitud que no necesita explicación. Pero observa: no conviertas esa experiencia en un logro, no la atrapes con etiquetas como "paz" o "ser". Lo que está siendo no necesita ser nombrado. ¿Puedes simplemente dejarlo ser, sin intentar aferrarte a ello?
Eumelvi: Por supuesto, pero tenemos que utilizar las palabras para podernos explicar.
UG: Tienes razón, las palabras son herramientas necesarias para comunicarnos, pero nunca tocan lo real. Son como el dedo que señala la luna, útiles hasta cierto punto, pero incapaces de ser la luna misma. Lo importante es no quedar atrapados en las palabras o en lo que representan. ¿Qué sucede cuando simplemente observas, sin describir, sin explicar? ¿Qué queda ahí?
Eumelvi: Ya contamos con que las palabras son limitadas, hasta ahí llegamos. Y, partiendo de esa idea, es como estamos entendiendo esta conversación, sabiendo que no podemos alcanzar la verdad a través de las palabras. Simplemente es una conversación, no tiene importancia. Es como si no estuviese ocurriendo realmente.
UG: Exacto, lo estás viendo claro. Esta conversación, como todo lo demás, no tiene más peso que el momento en el que sucede. Es un movimiento de la vida, nada más. No lleva a ninguna parte, no tiene un propósito final, y en esa falta de propósito está su libertad. Lo que importa, si acaso algo importa, es lo que ya está ocurriendo, sin interpretaciones. Es como si todo pasara, pero nada realmente "importara". ¿Lo sientes así?
Eumelvi: Esta es mi respuesta. El silencio.
UG: Entonces no hay nada más que decir. El silencio lo contiene todo.
Eumelvi: Gracias.
UG: No hay de qué.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Hola, caminante curioso!
Nos encantaría saber qué pasa por tu mente después de explorar este espacio juntos. Tus comentarios son como pequeñas luces que nos ayudan a seguir afinando esta conversación compartida. Si algo resonó contigo, si alguna reflexión te dejó pensando, o simplemente tienes algo que te gustaría compartir, este es el lugar para hacerlo.
¿Te animas a dejarnos unas palabras y seguir este diálogo con nosotros? ¡Nos encantaría leerte!
Abrazo y seguimos caminando juntos.