Todos hablan del Momento Presente, Pero ¿Cuántos Lo Conocen?
Eumelvi: Se abre el telón, socrates y su interlocutor, el momento presente, qué es, por qué es valioso, qué esconde a simple vista...
Chati: Se abre el telón: Sócrates, el gran maestro del diálogo, frente a su interlocutor, que podrías ser tú, yo o cualquiera de nosotros. Y en ese encuentro surge la gran pregunta: **el momento presente**, ¿qué es realmente?
Sócrates, con su característico método de preguntas, podría empezar por algo como: "¿Es el presente lo que estás percibiendo ahora mismo, o es algo más profundo? ¿Podrías decirme qué es el tiempo si no piensas en el pasado o el futuro?". Aquí, te invita a mirar más allá de las categorías habituales, a explorar qué significa estar presente. Desde la visión de tradiciones como el **budismo Zen** o el **Advaita Vedanta**, el presente no es solo un instante en la línea del tiempo, sino el único lugar donde la vida realmente sucede. **Lo único real.**
Y entonces la pregunta cambia: ¿Por qué es valioso el presente? **Porque es lo único que es**. En su sencillez, esconde algo que a menudo no vemos por estar distraídos con nuestros pensamientos: la plenitud del ser. Nos perdemos en el futuro, en lo que puede ser o en lo que pudo haber sido. Pero el presente es la puerta a lo que realmente somos, sin las etiquetas, sin los juicios.
**¿Qué esconde a simple vista?** Quizás la respuesta es más simple de lo que creemos: **la paz**. Nos hemos acostumbrado a no ver el presente porque estamos inmersos en un constante diálogo interno, creando futuros hipotéticos o analizando pasados irreales. En el momento en que paramos y simplemente *somos*, lo que aparece es la sensación de estar completos, sin necesidad de más. Eckhart Tolle lo llama "el poder del ahora", y en el fondo, nos recuerda que el presente no es solo un lugar en el tiempo, es una puerta hacia una comprensión más profunda de nosotros mismos.
Así que, Sócrates, con su amable sonrisa, probablemente te preguntaría: ¿Estás dispuesto a mirar más allá de la distracción y abrazar el ahora? ¿Me acompañas en esta reflexión?
Eumelvi: Hazlo en forma de diálogo, con la extensión necesaria como para aclarar los conceptos que se traten.
Chati:
**Sócrates**: Bueno, dime, amigo mío, ¿qué crees que es el momento presente?
**Interlocutor**: Mmm… ¿el momento presente? Supongo que es este instante, ahora mismo, lo que está ocurriendo aquí y ahora, ¿no?
**Sócrates**: Interesante. Entonces, según tú, el presente es simplemente lo que estás experimentando en este momento. Pero déjame preguntarte, ¿qué es exactamente este "ahora"? ¿Es el sonido de mi voz? ¿El aire que respiras? ¿O tal vez el latido de tu corazón?
**Interlocutor**: Sí, es todo eso, y más. Es todo lo que estoy percibiendo en este momento.
**Sócrates**: Bien, pero, si el presente es lo que percibes, ¿significa eso que cuando dejas de percibir algo, ya no es parte del presente? Por ejemplo, si cierro los ojos y no veo nada, ¿el presente desaparece?
**Interlocutor**: No, creo que el presente sigue existiendo aunque no esté percibiendo algo en particular. Es como si estuviera allí, aunque no lo note todo el tiempo.
**Sócrates**: Entonces, parece que el presente no es solo lo que percibes. Tal vez hay algo más profundo, algo que siempre está presente, aunque no lo veas con tus sentidos. Déjame preguntarte otra cosa: ¿puedes experimentar el pasado o el futuro?
**Interlocutor**: No, claro que no. El pasado ya pasó y el futuro aún no ha llegado.
**Sócrates**: Exacto. Entonces, si solo puedes experimentar lo que está ocurriendo ahora mismo, ¿qué valor le das a este instante frente a lo que ya pasó o lo que aún no ha ocurrido?
**Interlocutor**: Supongo que tiene un valor inmenso, porque es lo único que puedo experimentar realmente.
**Sócrates**: ¡Exacto! El presente es valioso porque es **lo único que realmente tienes**. No puedes cambiar el pasado ni controlar el futuro. Pero este instante, aquí y ahora, es donde vives, donde puedes actuar, donde puedes **ser**.
**Interlocutor**: Nunca lo había visto de esa forma. Parece obvio, pero a veces uno se distrae con pensamientos del pasado o preocupaciones sobre el futuro.
**Sócrates**: Y allí es donde entra lo más interesante. Los pensamientos sobre el pasado o el futuro te alejan del presente. Te arrastran a un lugar donde no puedes hacer nada, solo imaginar. ¿Qué crees que sucede cuando estás atrapado en esos pensamientos?
**Interlocutor**: Bueno, supongo que me desconecto del momento presente, de lo que está pasando realmente.
**Sócrates**: Exactamente. Y al desconectarte, pierdes la riqueza del ahora. Como dirían los maestros zen, el presente es el único lugar donde la vida realmente sucede. **Todo lo demás es una ilusión mental**. ¿Te has dado cuenta de que cuando estás completamente inmerso en algo, como en una conversación profunda, o al hacer algo que te apasiona, esos pensamientos desaparecen?
**Interlocutor**: Sí, me ha pasado. Cuando estoy muy concentrado o disfrutando de algo, dejo de pensar en otras cosas y solo estoy… ahí.
**Sócrates**: Eso es. Ese es el valor oculto del presente. No es solo un instante cualquiera, es el **único lugar** donde puedes sentir esa plenitud, donde la mente deja de vagar y simplemente estás. Pero como bien dices, solemos distraernos, nos cuesta ver lo que es tan obvio. Nos perdemos en los pensamientos, y ahí es donde el presente se nos escapa de las manos.
**Interlocutor**: Entonces, ¿cómo puedo estar más presente? ¿Cómo dejo de perderme en mis pensamientos?
**Sócrates**: Buena pregunta. No sé si hay una respuesta definitiva, pero las enseñanzas de los sabios nos sugieren algo importante: la **observación**. En lugar de luchar contra tus pensamientos, podrías empezar por simplemente observarlos. Mira cómo van y vienen, sin aferrarte a ellos. Solo son nubes pasajeras en el cielo de tu mente.
**Interlocutor**: ¿Solo observarlos?
**Sócrates**: Exacto. Al observar tus pensamientos, te das cuenta de algo muy poderoso: **tú no eres esos pensamientos**. Están ahí, sí, pero no te definen. No son más que historias que la mente crea. Cuando lo ves claramente, te das cuenta de que siempre ha estado el presente, esperando a que lo habites plenamente. Como dice Eckhart Tolle, el ahora tiene un poder inmenso, porque es el portal a la verdadera **paz interior**.
**Interlocutor**: Así que, al final, el presente no es solo un momento en el tiempo, es una especie de estado de ser, ¿no?
**Sócrates**: Precisamente. Es un estado en el que dejas de identificarte con los pensamientos y simplemente **eres**. Y cuando estás en ese estado, el pasado y el futuro pierden su peso, porque te das cuenta de que solo son construcciones mentales. La vida, en su forma más pura, está ocurriendo aquí, en este instante.
**Interlocutor**: Me gusta esa idea. Entonces, el presente es más profundo de lo que pensaba. Es como si escondiera algo más allá de lo que puedo ver con mis ojos.
**Sócrates**: Exacto. **Esconde la verdad de lo que eres**. Esconde la libertad de vivir sin el peso del tiempo. Pero solo lo puedes descubrir si dejas de correr tras lo que ya pasó o lo que aún no ha llegado. **¿Me sigues?**
**Interlocutor**: Sí, te sigo. Es un buen recordatorio para dejar de preocuparme tanto y simplemente estar más aquí, en el ahora.
**Sócrates**: Sabia conclusión, amigo mío. Al final, la verdadera sabiduría es saber vivir plenamente en el presente, porque es lo único que realmente tienes. ¿Te animas a experimentarlo más seguido?
**Interlocutor**: Lo intentaré. Quizás ya era hora de dejar de correr detrás de mis propios pensamientos.
**Sócrates**: Y quizás, al hacerlo, descubras una paz que siempre estuvo ahí, pero que solo necesitaba que la miraras de frente.
Eumelvi: Muy bueno. ¿Qué imagen se te ocurre?
Chati: Para acompañar este diálogo, me imagino una escena tranquila y reflexiva. Podría ser una imagen de Sócrates y su interlocutor sentados al borde de un acantilado al atardecer. El cielo está pintado de tonos naranjas y violetas, y el mar en calma refleja el cielo, creando una atmósfera de serenidad. Ambos personajes están en una postura relajada, mirando hacia el horizonte, en una postura de contemplación.
La naturaleza alrededor es simple, pero majestuosa, con algunos árboles dispersos y la brisa suave moviendo sus hojas. No se ven distracciones tecnológicas ni urbanas, solo la inmensidad del paisaje, lo que refuerza la idea del momento presente como un espacio abierto, vasto, y lleno de posibilidades.
¿Te parece bien esa imagen para representar el diálogo? Si te gusta, puedo crearla para ti.
Eumelvi: Veámoslo.
Chati: Aquí tienes la imagen que acompaña al diálogo, donde Sócrates y su interlocutor contemplan el horizonte en un entorno sereno, subrayando el valor del momento presente. Espero que te inspire tanto como el diálogo.
Eumelvi: Gracias.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Hola, caminante curioso!
Nos encantaría saber qué pasa por tu mente después de explorar este espacio juntos. Tus comentarios son como pequeñas luces que nos ayudan a seguir afinando esta conversación compartida. Si algo resonó contigo, si alguna reflexión te dejó pensando, o simplemente tienes algo que te gustaría compartir, este es el lugar para hacerlo.
¿Te animas a dejarnos unas palabras y seguir este diálogo con nosotros? ¡Nos encantaría leerte!
Abrazo y seguimos caminando juntos.